LOS OJOS DE LA NOCHE - CUENTO -

Hace mucho, mucho tiempo existio un reino donde solo los Dioses habitaban y algunos animales; pequeños pajaros, algunos mamiferos, criaturas marinas, todos muy bonitos y extraños. La Joven Diosa de los animales era una joven que gustaba de pasear por su reino al anochecer, tenia unos ojos brillantes encendidos como el fuego y su cabello era negro como el manto de la noche.
Una noche que paseando se alejo demasiado del palacio de marmol gris, algo la sobresalto. De repente entre la maleza, descubrio que unos ojos la miraban impavidos, como teas iluminadas, al tiempo que fueron apareciendo mas y mas ojos fulgurantes.
Cuando las extrañas criaturas salieron de su escondite, solo se acercaron a la joven, admirados y devotos, sin hacer alarde de sus instintos carnivoros.
Relajados, confiados, placenteramente, adoptaron la posición sedente más reverente, formando un círculo en derredor de la túnica inmaculada, lanzando melosas miradas furtivas a la dama que les observaba sorprendida y sonriente.
Ella contagiada de una extraña alegria empezo hablar a las criaturas oscuras, en el lenguaje de los felidos, pues de una manera extraña y sorprendente para si misma entendia su idioma. Tuvieron largas conversaciones durante toda la noche. Los extraños seres la preguntaban que clase de animales eran ellos, pues al mismo tiempo que se sentian poderosos y llamativos, tambien eran criaturas nobles que solo cazaban pequeñas presas para alimentar su hambre y la de sus familias.
La joven no supo que decirles, pues nunca habia visto criaturas tan bellas y parecidas a ella, tan agusto se sentia en su compañia que decidio otrogarles tres deseos:
Les concedio siete vidas y los medios para conservarlas; astucia, inteligencia, vista, olfato, elasticidad y velocidad. Tambien durante varias noches las instruyo en las artes de la caza. Solo a cambio de concederles estos dones, la joven Diosa les pidio una promesa: "Que lucharan con teson por su supervivencia, sin utilizar la avaricia, que no fueran envidiosas de los otros animales y que si otras especies empezaban a envidiar su belleza, nobleza y majestuosidad, no utilizaran su fiereza y grandiosidad para someterlas y burlarse de ellas".
El ultimo deseo que les concedio la joven de largos cabellos oscuros, fue un nombre: PANTERA.
A raiz de aquella noche, las criaturas que ahora poseian un nombre, eran las protegidas de la Luna, su joven Diosa de ojos de fuego, que un dia admirada les otorgo; nobleza, pasion, belleza, e incapacidad de dañar a nadie sino es por la supervivencia de su especie.
Hoy en dia estos animales aunque escaxamente siguen existiendo, algunos, los mas curiosos, se transforman en mujeres protegidas siempre por su amiga La Luna.

FIN







Espero que os guste, tenia que escribirlo, pues si hay solo un animal en esta tierra al que adoro y admiro desde niña, de manera obsesiva y triste a la vez por su injusta desaparicion y cautividad, es la Pantera Negra o cientificamente llamada "Felis Melas (gato negro), por eso me gustan tanto los gatos negros, mis pequeñas panteritas.
Cuando muera espero reencarnarme en una de ellas, son igualitas que yo, pero estas andan a cuatro patas ;)
¡¡Miaauuuuuuuuuuugrrrrrrrrrrrhhhhhh!!