13.3.07

LA MUSICA DE LA ESPERANZA (CAMPO DE REFUGIADOS DE JERUSALEN)














(Las tres primeras fotos son: de los momentos maravilosos pasados con Ghetto Town en su local, las tres siguientes: son de los increibles pequeños del campo de refugiados de Jerusalen)
















He dejado este ultimo post sobre mi primer viaje a Cisjordania, y digo primero porque pienso volver a hacer sonreir a esos niños que el unico que pecado que cometieron fue nacer inocentes.

Como os iba contando en un post anterior os mencione que dos de los días más felices de nuestra vida fueron el que pasamos en el campo de refugiados de Balata en Nablus y el que pasamos en el campo de refugiados de Jerusalén, que es del que os voy a hablar:

"Nos presentaron a este grupo de jóvenes por casualidad en el hotel en el estábamos alojados en Jerusalén, son un grupo de cuatro chicos y una chica de entre 18 y 19 años, que viven en uno de los campos de refugiados de Jerusalén, su nombre artístico es Ghetto Town, porque son un grupo de Hip-Hop, que han cambiado la violencia y el dolor por la música. Cuando les conocimos estaban tan ilusionados de conocernos, que quedamos al día siguiente con ellos para visitarles en su local donde ensayaban.

Llegamos después de comer con la intención de marcharnos antes de anochecer, pero algo nos hizo cambiar de idea según íbamos recorriendo acompañados por ellos las calles del campo de refugiados, decenas de niños, salían a nuestro paso para jugar con nosotros, enseñarnos sus mascotas o simplemente acompañarnos. Fue algo increíble, todos/as eran maravillosos y nosotros nos sentimos de nuevo como niños con ellos jugando por las callejuelas, en ese momento ya no éramos unos profesionales grabando un documental sino 9 jóvenes (menos un cámara que se encontraba indispuesto y decidió quedarse a dormir en la furgoneta) pasándoselo bomba jugando con los pequeños, enseñándoles a manejar una cámara de fotos o de video y hablando con ellos.

En una de las viviendas se encontraba el local de ensayo de Ghetto Town, al llegar nos sentimos parte de ellos y entre risas, algunos del equipo se pusieron a tocar la batería, el djembe, el teclado y hasta se atrevieron a rapear, el resto participábamos cantando, hablando o bebiendo té y fumando Arguilas con ellos. Las horas pasaban sin darnos cuenta, nos sentíamos como en casa, allí no había Españoles o Palestinos, solo un grupo de jóvenes iguales pasándoselo genial todos juntos y compartiendo la felicidad y risas, bailando, cantando o dejandonos impresionados con su exhibicion de Cappoeira. Llego el momento de marcharnos porque ya se hizo muy de noche, no sin antes aceptar la invitación de conocer la casa donde vivían varios de nuestros nuevos amigos. Nos obsequiaron de nuevo con te y deliciosos pasteles, mientras en el ordenador nos enseñaban orgullosos los videos de sus actuaciones en la universidad de Al-Quads de Jerusalén. Luego llego el hermano mayor y estuvimos un buen rato hablando con el y pasando momentos maravillosos, cuando se entero que uno de nuestros compañeros estaba indispuesto en la furgoneta, decidió hacernos una infusión para que se la lleváramos para calmarle el estomago y su malestar.

Cuando nos marchábamos, de nuevo los pequeños nos empezaron acompañar hasta nuestro vehiculo y una vez que nos despedimos de ellos con un sincero y fuerte abrazo, y nos metimos todos dentro, comprobamos que el mayor del grupo de rap (que media por lo menos dos metros), empezaba a llorar como un niño, intentando ocultar sus lagrimas con su gran sonrisa. Ahí todos nos dimos cuenta de algo que ya nos había pasado en mas de una ocasión y no habíamos percibido con tanta claridad, que es “que cuando vienes con el corazón limpio, deseando ayudar y hacer felices a los demás, tratándolos como son, personas y gente igual a todos y te vas, todos/as lloran mientras su corazón en silencio grita ¡por favor volver, hace falta gente como vosotros que traiga la alegría al dolor de nuestras vidas!”. En ese momento, fue lo unico que necesite para saber que mi vida ya estaba allí, aunque mas o menos lo tenia claro desde el primer día que pise el suelo de Cisjordania, por eso el año que viene sueño con estar en esas tierras, cambiando las balas por globos que explotan entre risas, la tristeza, por una sonrisa, un arma de fuego por una cámara de fotos, por unos lapiceros, por un trozo de arcilla, o por un taller de teatro y magia. Ghetto Town por unanimidad serán parte de la banda sonora de nuestro documental e intentaremos que su sueño de que su buena música y sus letras palestinas cargadas de esperanza llenen los oídos de mucha gente para que abran los ojos. ¡Ojala podamos traerlos a España a tocar!, son increíbles como personas y músicos".

La gente me pregunta ¿no tienes miedo?, y yo respondo lo perdí totalmente el día que vi. llorar como un bebe a ese chico de 19 años, alto como un olivo, porque nos íbamos, en ese momento pensé “mi sitio esta aquí”……

Basta un instante, un solo segundo de nuestra vida para saber con claridad lo que debemos hacer.
Ahora mi vida esta encaminada hacer todo lo posible por ellos, por gente de esa maravillosa tierra que me ha enseñado de nuevo a saber vivir y luchar por lo que siempre he creído desde niña “La PAZ y la JUSTICIA

Se que ha merecido la pena este viaje, de eso estoy totalmente segura y será algo de lo que me sentiré orgullosa el resto de mi vida, aunque por el camino, ya haya conocido desde muy joven, el dolor, la muerte, el sufrimiento, la traición, la hipocresía y la maldad, pero el final de mi tortuoso andar vital ha hecho que todo haya merecido la pena. He secado mis lágrimas y ahora solo pienso en que un dia cambien las de Palestina por sonrisas compartidas que llenaran un poquito esos corazones que como el mió aun laten de esperanza porque están pegados con los trocitos de celo que otros corazones van colocando con los buenos sentimientos, la bondad, y el cariño desinteresado que les dan.


  • Web de Ghetto Town
  • 1 Comments:

    Anonymous Anónimo said...

    Gracias por todo lo que has compartido con nosotros Lilith.
    Mucha fuerza bella mujer. El amor ante todo, el que uno tiene dentro y da desinteresadamente...de hipocresía estamos llenos!!!!
    Nadie puede quitarte esa luz tan tuya, nadie.

    Un abrazo desde Bs As

    7:33 a. m.  

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